Enfrentarse a una acusación por exhibicionismo puede resultar devastador para cualquier persona. No solo está en juego tu libertad, sino también tu reputación y futuro profesional. En este artículo comparto las claves de una estrategia de defensa efectiva que ha permitido obtener absoluciones en casos de exhibicionismo en espacios públicos, basándome en mi experiencia como abogado especializado en delitos contra la libertad sexual.
Anatomía jurídica del delito de exhibicionismo: más allá de los prejuicios
El exhibicionismo constituye uno de los delitos sexuales más incomprendidos en nuestro ordenamiento jurídico. Muchas personas acusadas se enfrentan no solo a un proceso penal, sino también a un juicio social anticipado que puede resultar incluso más devastador que la propia sentencia. Como defensor en numerosos procedimientos de delitos sexuales, creo que es fundamental comprender exactamente qué conductas están tipificadas y cuáles no antes de articular cualquier estrategia defensiva.
El Código Penal español regula el exhibicionismo en su artículo 185, estableciendo:
«El que ejecutare o hiciere ejecutar a otra persona actos de exhibición obscena ante menores de edad o personas con discapacidad necesitadas de especial protección, será castigado con la pena de prisión de seis meses a un año o multa de 12 a 24 meses.»
¿Qué significa esto en la práctica? Para que una conducta sea considerada delito de exhibicionismo deben concurrir tres elementos esenciales:
- La realización de actos de exhibición obscena
- Que estos actos se ejecuten ante menores o personas con discapacidad
- Que exista un componente sexual explícito en la conducta
Aquí viene lo que nadie te cuenta… muchas acusaciones por exhibicionismo carecen de alguno de estos elementos fundamentales, lo que abre importantes vías para una defensa efectiva. La jurisprudencia ha establecido que no basta con la simple desnudez, sino que debe existir un componente sexual evidente en la conducta.
Diferencia entre nudismo y exhibicionismo: la clave de muchas absoluciones
Una de las estrategias defensivas más efectivas en casos de supuesto exhibicionismo en parques públicos se basa en la distinción fundamental entre nudismo y exhibicionismo. El Tribunal Supremo ha establecido en numerosas sentencias que la mera desnudez sin connotación sexual no constituye delito, incluso cuando ocurre en espacios públicos.
Según mi experiencia en este tipo de casos, muchas acusaciones se fundamentan en una interpretación errónea de conductas que, aunque puedan resultar socialmente controvertidas, no alcanzan la categoría de delito. Por ejemplo, en un caso reciente, logré la absolución de un cliente acusado de exhibicionismo por bañarse desnudo en un lago de un parque público. La clave fue demostrar que su conducta carecía de cualquier componente sexual y que no existía intención de exhibirse ante menores.
Estrategias probatorias para desmontar acusaciones falsas de exhibicionismo
Cuando alguien llega al despacho tras enfrentarse a una acusación por exhibicionismo en un parque público, lo primero que hago es analizar minuciosamente las pruebas existentes. La carga probatoria en estos casos corresponde a la acusación, y muchas veces se basa únicamente en testimonios sin respaldo de otras evidencias.
Veamos por qué este detalle marca la diferencia… En mi práctica profesional he identificado cinco pilares fundamentales para construir una defensa sólida:
- Análisis de testigos presenciales: Contrastar versiones, identificar contradicciones y evaluar la fiabilidad de cada testimonio
- Estudio del contexto espacial: Visibilidad, concurrencia, señalización del espacio
- Pruebas técnicas: Grabaciones de seguridad, fotografías, informes periciales
- Antecedentes y perfil psicológico: Evaluación psicológica del acusado para descartar parafilias
- Intencionalidad: Demostrar la ausencia de ánimo exhibicionista
Un caso paradigmático que ilustra la importancia de estas estrategias fue el de un cliente acusado de exhibicionismo por orinar en un rincón apartado de un parque. La acusación sostenía que lo había hecho frente a unos menores, pero mediante la reconstrucción espacial de los hechos y el análisis de la vegetación existente, pudimos demostrar que era físicamente imposible que los menores hubieran visto lo que afirmaban haber presenciado.
La importancia del elemento subjetivo: intencionalidad y dolo
Para que exista delito de exhibicionismo no basta con la mera exhibición de partes íntimas. Es necesario que concurra el elemento subjetivo del tipo penal: la intencionalidad de exhibirse con finalidad sexual. Este aspecto resulta determinante en muchas defensas exitosas.
Mi valoración personal como abogado en este ámbito es que los tribunales cada vez son más conscientes de la necesidad de analizar cuidadosamente este elemento subjetivo. No es lo mismo desvestirse para bañarse en un lugar que se creía solitario, que buscar deliberadamente la presencia de menores para exhibirse ante ellos.
La jurisprudencia reciente del Tribunal Supremo ha reforzado esta interpretación en sentencias como la STS 3821/2019, donde establece que:
«No toda exhibición del cuerpo desnudo constituye un acto de exhibicionismo en sentido jurídico-penal, sino solo aquella que, por las circunstancias concurrentes, revela un inequívoco contenido sexual y resulta objetivamente idónea para afectar negativamente al proceso de formación o desarrollo de la personalidad y sexualidad del menor.»
Errores policiales y procedimentales: oportunidades para la defensa
¿Quieres saber por qué esto es tan importante? Porque en mi experiencia, muchos casos de exhibicionismo presentan irregularidades procedimentales que pueden ser determinantes para conseguir una sentencia absolutoria.
Entre los errores más comunes que he detectado y utilizado como base para defensas exitosas destacan:
- Identificaciones poco fiables: Reconocimientos fotográficos sin las debidas garantías
- Ruedas de reconocimiento viciadas: Sin presencia de letrado o con personas físicamente muy diferentes
- Detenciones desproporcionadas: Sin cumplir los requisitos legales para privar de libertad
- Testimonios contradictorios: Declaraciones que evolucionan o se modifican durante el proceso
- Ausencia de pruebas objetivas: Casos basados únicamente en la palabra de un denunciante
En un caso reciente, conseguí la absolución de un cliente acusado de exhibicionismo en un parque porque la policía realizó una rueda de reconocimiento irregular, donde mi defendido era el único que coincidía con la descripción proporcionada por la denunciante. El juez consideró que este reconocimiento carecía de valor probatorio, lo que debilitó sustancialmente la acusación.
La importancia del atestado policial y cómo cuestionarlo eficazmente
El atestado policial constituye frecuentemente la piedra angular de la acusación en casos de exhibicionismo. Sin embargo, como defensor en numerosos procedimientos penales, creo que es fundamental someterlo a un análisis crítico y riguroso.
Los aspectos clave que analizo siempre en el atestado incluyen:
- Descripción detallada de los hechos y su coherencia interna
- Circunstancias de la identificación del sospechoso
- Testimonios recogidos y su forma de obtención
- Evidencias físicas documentadas
- Cumplimiento de garantías procesales
Lo habitual en mi asesoramiento en estas circunstancias es sugerir que no se preste declaración en sede policial sin la presencia de abogado, ya que cualquier manifestación puede ser posteriormente utilizada en contra del investigado. La estrategia defensiva comienza desde el primer minuto, y un error inicial puede comprometer seriamente las posibilidades de éxito.
El impacto de los prejuicios sociales en los juicios por exhibicionismo
Uno de los mayores obstáculos para una defensa efectiva en casos de exhibicionismo es el estigma social que rodea a este tipo de acusaciones. A diferencia de otros delitos, donde opera plenamente la presunción de inocencia, en los delitos sexuales existe a menudo una presunción fáctica de culpabilidad que debe ser contrarrestada mediante una estrategia defensiva especialmente cuidadosa.
Cuando un cliente acude al despacho tras ser imputado por exhibicionismo en un parque público, una de mis primeras tareas es prepararlo para afrontar no solo el proceso judicial, sino también el juicio paralelo que puede producirse en su entorno social y laboral. Esto incluye:
- Asesoramiento sobre gestión de la privacidad
- Estrategias para minimizar el impacto reputacional
- Preparación psicológica para afrontar el proceso
- Evaluación de posibles medidas legales contra difamaciones
En mi opinión como abogado penalista, los tribunales están cada vez más concienciados sobre la necesidad de juzgar estos casos con especial cautela, precisamente por el grave impacto que una condena injusta puede tener en la vida de una persona. Sin embargo, sigue siendo fundamental construir una defensa que no solo se centre en los aspectos jurídicos, sino que también aborde los prejuicios y sesgos cognitivos que pueden influir en la percepción del caso.
Consecuencias colaterales de una acusación: cómo minimizarlas
Incluso cuando se consigue una absolución, las consecuencias de haber sido acusado de exhibicionismo pueden persistir durante años. La huella digital de estas acusaciones puede ser particularmente dañina, afectando a oportunidades laborales y relaciones personales.
Lo que suelo recomendar a mis clientes en estos casos es adoptar una estrategia integral que incluya:
- Solicitud de cancelación de antecedentes policiales tras la absolución
- Ejercicio del derecho al olvido en buscadores de internet
- Evaluación de posibles acciones por daños contra acusaciones temerarias
- Gestión profesional de la reputación online
Un cliente absuelto de exhibicionismo consiguió, con nuestra ayuda, eliminar todas las referencias digitales al caso mediante el ejercicio efectivo del derecho al olvido, lo que le permitió recuperar su normalidad laboral y social tras un proceso especialmente doloroso.
Estrategias de defensa específicas según el perfil del acusado
No existe una estrategia de defensa universal para casos de exhibicionismo. Cada situación requiere un enfoque personalizado que tenga en cuenta las circunstancias específicas del acusado y del supuesto delito. En mi experiencia, he desarrollado estrategias diferenciadas según diversos perfiles:
Defensa para personas con trastornos psicológicos o psiquiátricos
Cuando el acusado presenta algún tipo de trastorno mental que pueda haber influido en su conducta, la estrategia defensiva puede orientarse hacia la inimputabilidad o semi-imputabilidad. Esto requiere:
- Informes periciales psiquiátricos exhaustivos
- Historial médico documentado
- Testimonios de profesionales que hayan tratado al acusado
- Propuestas de medidas alternativas a la prisión
En un caso reciente, conseguimos que se aplicara una eximente incompleta a un cliente con trastorno del espectro autista que fue acusado de exhibicionismo por desvestirse en un parque para cambiarse de ropa, sin comprender adecuadamente el contexto social de su acción.
Defensa para personas sin antecedentes y con arraigo social
Para acusados sin historial previo y con fuerte arraigo social, la estrategia suele centrarse en desmontar la credibilidad de la acusación y demostrar la incompatibilidad de la conducta imputada con el perfil personal y social del defendido. Elementos clave incluyen:
- Testimonios de carácter de personas del entorno
- Acreditación de trayectoria personal y profesional
- Demostración de incompatibilidad entre el perfil y la conducta imputada
- Análisis de posibles motivaciones espurias en la denuncia
A mi juicio, y basándome en años de ejercicio profesional, los tribunales son especialmente receptivos a este tipo de defensas cuando se presentan de forma estructurada y respaldada por evidencias sólidas sobre la trayectoria vital del acusado.
Casos prácticos: anatomía de una defensa exitosa
Para ilustrar las estrategias defensivas más efectivas, analizaré a continuación un caso real (con datos modificados para preservar la confidencialidad) que ejemplifica cómo una defensa bien articulada puede conseguir una absolución incluso en circunstancias aparentemente desfavorables.
Caso: Acusación de exhibicionismo en un parque urbano
Mi cliente, un profesor universitario de 45 años, fue acusado de exhibicionismo por supuestamente masturbarse tras unos arbustos en un parque frecuentado por familias. La denuncia partió de una madre que afirmaba haberlo visto realizando tocamientos mientras miraba a unos niños que jugaban en un área infantil.
La estrategia defensiva se articuló en torno a tres ejes fundamentales:
- Reconstrucción espacial de los hechos: Mediante fotografías y un informe pericial, demostramos que desde la posición de la denunciante era físicamente imposible ver lo que afirmaba haber presenciado debido a la densidad de la vegetación.
- Coartada documentada: Presentamos registros de geolocalización del teléfono móvil que demostraban que mi cliente había permanecido en el parque apenas 10 minutos, tiempo durante el cual había mantenido una conversación telefónica continua con un colega (quien testificó confirmando este extremo).
- Cuestionamiento del reconocimiento: La identificación se había producido dos semanas después de los hechos, mediante fotografías mostradas por la policía sin las debidas garantías procedimentales.
El resultado fue una sentencia absolutoria que destacaba la «insuficiencia probatoria» y las «dudas razonables» sobre la identificación del acusado. Este caso ilustra cómo una defensa técnica y minuciosa puede desmontar acusaciones que inicialmente parecen sólidas.
Aspectos procesales determinantes en la defensa por exhibicionismo
El éxito en la defensa de casos de exhibicionismo no solo depende de cuestionar los hechos imputados, sino también de dominar los aspectos procesales que pueden resultar determinantes. Desde mi punto de vista como especialista en delitos sexuales, existen varios momentos procesales críticos:
La importancia de la fase de instrucción
La fase de instrucción es absolutamente crucial en estos procedimientos. Durante esta etapa es fundamental:
- Solicitar diligencias de investigación que puedan favorecer a la defensa
- Participar activamente en los interrogatorios de testigos
- Cuestionar técnicamente las diligencias policiales realizadas
- Presentar informes periciales que contradigan la versión acusatoria
En el momento en que alguien contacta con nosotros por un asunto relacionado con una acusación de exhibicionismo en un parque público, insistimos en la importancia de no perder tiempo y comenzar inmediatamente a recabar pruebas, especialmente aquellas que pueden deteriorarse con el paso del tiempo (como grabaciones de cámaras de seguridad o testimonios de posibles testigos).
Estrategias en la fase intermedia y juicio oral
Una vez concluida la instrucción, la estrategia defensiva debe adaptarse a los resultados obtenidos:
- Valorar la posibilidad de solicitar el sobreseimiento si existen motivos fundados
- Preparar minuciosamente los interrogatorios para el juicio oral
- Estructurar una narrativa defensiva coherente que explique todos los elementos probatorios
- Anticipar los argumentos de la acusación y preparar contraargumentos sólidos
Como penalista con experiencia, considero que la preparación del juicio oral debe incluir un trabajo exhaustivo con el cliente para que comprenda perfectamente la estrategia y pueda mantener la calma durante el interrogatorio, evitando contradicciones o reacciones que puedan ser malinterpretadas por el tribunal.
Conclusiones: claves para una defensa exitosa en casos de exhibicionismo
A lo largo de mi trayectoria profesional defendiendo a personas acusadas de exhibicionismo en espacios públicos, he identificado varios factores que resultan determinantes para conseguir una sentencia favorable:
- Rapidez en la reacción: Actuar desde el primer momento para preservar pruebas y establecer una estrategia
- Enfoque técnico-jurídico: Centrarse en los elementos del tipo penal y las garantías procesales
- Investigación exhaustiva: No conformarse con las pruebas aportadas por la acusación
- Contextualización: Situar los hechos en su contexto espacial, temporal y personal
- Gestión integral: Abordar tanto los aspectos jurídicos como los personales y reputacionales
Mi experiencia me ha demostrado que incluso en los casos aparentemente más complicados, una defensa técnica, rigurosa y personalizada puede marcar la diferencia entre una condena y una absolución.
Preguntas frecuentes sobre defensas en casos de exhibicionismo
¿Puede considerarse exhibicionismo bañarse desnudo en un lago de un parque público?
No necesariamente. Para que exista delito de exhibicionismo debe haber una intencionalidad sexual explícita y la presencia de menores o personas con discapacidad. La mera desnudez, sin componente sexual y sin voluntad exhibicionista, no constituye delito según la jurisprudencia actual, aunque podría ser sancionable administrativamente según las ordenanzas municipales específicas.
¿Qué consecuencias penales puede tener una condena por exhibicionismo?
El delito de exhibicionismo está castigado con penas de prisión de seis meses a un año o multa de 12 a 24 meses. Además, conlleva la inscripción en el Registro Central de Delincuentes Sexuales, lo que implica importantes limitaciones para trabajar con menores. En determinados casos, pueden imponerse también medidas de libertad vigilada y tratamiento psicológico obligatorio.
¿Es posible llegar a un acuerdo con la acusación en casos de exhibicionismo?
Sí, es posible alcanzar conformidades en estos procedimientos, especialmente cuando existen atenuantes como la reparación del daño, problemas psicológicos tratables o la ausencia de antecedentes. Sin embargo, cada caso debe evaluarse individualmente, ya que en ocasiones puede resultar más beneficioso afrontar el juicio si existen posibilidades razonables de absolución, evitando así los efectos colaterales de una condena por delito sexual.
Enfrentarse a una acusación por exhibicionismo requiere una defensa especializada que combine conocimientos jurídicos profundos con una comprensión de los aspectos psicológicos y sociales involucrados. En AbogadoPenal.Madrid ofrecemos una representación legal integral para estos casos, desde el asesoramiento inicial hasta la defensa en juicio, pasando por la gestión de las consecuencias reputacionales.
Nuestro enfoque personalizado y la experiencia acumulada en numerosos casos similares nos permiten diseñar estrategias defensivas adaptadas a las circunstancias específicas de cada cliente, maximizando las posibilidades de obtener un resultado favorable. Si te encuentras en esta situación, no dudes en contactarnos para una evaluación confidencial de tu caso.
Abogado ejerciente del ICAM con más de 15 años de experiencia. Colegiado del Ilustre Colegio de Abogados de Madrid, colegiado número de colegiado 128.064. Especializado en Derecho Penal. Actual Director del bufete Ródenas Abogados y Asociados S.L.U. Licenciado en Derecho por la Universidad Instituto de Estudios Bursátiles (I.E.B.) con Máster de Acceso a la Abogacía.