Enfrentarse a una acusación por agresión sexual cuando tanto acusado como víctima estaban bajo los efectos del alcohol genera un escenario jurídico complejo donde la línea entre culpabilidad e inocencia puede volverse extremadamente difusa. ¿Te has preguntado alguna vez cómo evalúan los tribunales el consentimiento cuando ambas partes tienen sus facultades alteradas? En este artículo analizaré en profundidad los factores determinantes que pueden conducir a una sentencia absolutoria en casos de presunta agresión sexual con alcohol de por medio, un terreno donde la presunción de inocencia y la valoración probatoria adquieren matices especialmente delicados.
La problemática jurídica del consentimiento bajo efectos del alcohol
La cuestión del consentimiento sexual constituye el núcleo central de cualquier procedimiento por agresión sexual. Cuando añadimos el factor del alcohol, el análisis jurídico se complica exponencialmente. El artículo 178 del Código Penal español establece:
«Será castigado con la pena de prisión de uno a cuatro años, como responsable de agresión sexual, el que realice cualquier acto que atente contra la libertad sexual de otra persona sin su consentimiento. Se entenderá que no existe consentimiento cuando la víctima no haya manifestado libremente por actos exteriores, concluyentes e inequívocos conforme a las circunstancias concurrentes, su voluntad expresa de participar en el acto.»
Veamos por qué este detalle marca la diferencia… La clave radica en determinar si el estado de embriaguez imposibilitaba a la presunta víctima manifestar ese consentimiento «libremente» y mediante «actos exteriores, concluyentes e inequívocos». Simultáneamente, debemos valorar si el acusado, también bajo efectos etílicos, podía discernir correctamente la ausencia de dicho consentimiento.
En mi experiencia como abogado penalista especializado en delitos sexuales, he observado que los tribunales aplican un análisis multifactorial extremadamente minucioso en estos casos. No basta con alegar simplemente que «ambos habían bebido» para obtener una absolución. La jurisprudencia ha establecido que deben evaluarse aspectos como:
- El grado exacto de afectación etílica de cada parte (mediante pruebas toxicológicas cuando existen)
- La conducta previa, durante y posterior al encuentro sexual
- Los testimonios de testigos sobre el estado de ambas partes
- La existencia de comunicaciones entre ambos (mensajes, llamadas)
- La coherencia y persistencia en la incriminación por parte de la denunciante
Fundamentos jurídicos para una sentencia absolutoria en contextos de intoxicación etílica
Las absoluciones en casos de presunta agresión sexual con alcohol suelen fundamentarse en varios principios jurídicos que todo abogado defensor debe conocer y aplicar estratégicamente. El primero y más fundamental es el principio de presunción de inocencia, consagrado en el artículo 24.2 de la Constitución Española:
«Asimismo, todos tienen derecho al Juez ordinario predeterminado por la ley, a la defensa y a la asistencia de letrado, a ser informados de la acusación formulada contra ellos, a un proceso público sin dilaciones indebidas y con todas las garantías, a utilizar los medios de prueba pertinentes para su defensa, a no declarar contra sí mismos, a no confesarse culpables y a la presunción de inocencia.»
¿Quieres saber por qué esto es tan importante? Porque en un contexto donde ambas partes estaban bajo efectos del alcohol, la carga de la prueba recae íntegramente sobre la acusación. Esto significa que cualquier duda razonable sobre la existencia de consentimiento o sobre la capacidad del acusado para percibir su ausencia debe resolverse a favor del reo.
El principio in dubio pro reo como salvaguarda
Cuando defiendo a alguien acusado de agresión sexual en circunstancias donde el alcohol estaba presente, uno de mis argumentos fundamentales se basa en el principio in dubio pro reo. Este principio, derivado de la presunción de inocencia, establece que ante la duda, debe favorecerse al acusado.
La jurisprudencia del Tribunal Supremo ha sido clara al respecto. Por ejemplo, la STS 678/2019 estableció que «cuando no se alcanza la certeza sobre la culpabilidad del acusado, sino que permanece una duda razonable, debe dictarse un fallo absolutorio como exigencia derivada del derecho a la presunción de inocencia».
Cuando un cliente acude al despacho tras ser imputado por un delito sexual ocurrido en un contexto de consumo de alcohol, lo primero que explico es la importancia de reconstruir minuciosamente todo lo ocurrido antes, durante y después del encuentro. Cada detalle cuenta: desde los mensajes intercambiados, hasta quién tomó la iniciativa para ir a un lugar privado, o si hubo testigos que pudieran corroborar el estado de ambos.
Análisis de casos reales: cuando la duda razonable conduce a la absolución
A lo largo de mi carrera he defendido numerosos casos donde la intoxicación etílica de ambas partes ha sido un factor determinante para obtener sentencias absolutorias. Un caso paradigmático que ilustra esta situación fue el de un joven universitario acusado de agredir sexualmente a una compañera tras una fiesta de facultad.
Ambos habían consumido cantidades significativas de alcohol (la analítica posterior mostró tasas superiores a 1,8 g/l en sangre en ambos). Existían mensajes previos con cierto contenido sugerente, testigos que los vieron bailando juntos y besándose, y posteriormente abandonando voluntariamente la fiesta. La denunciante alegaba no recordar haber consentido las relaciones, mientras que mi defendido sostenía que, aunque ambos estaban ebrios, en ningún momento percibió rechazo o negativa.
Aquí viene lo que nadie te cuenta… La clave para la absolución no fue simplemente demostrar que ambos habían bebido, sino construir un relato coherente y respaldado por pruebas que generara una duda razonable sobre la ausencia de consentimiento. Presentamos:
- Testimonios de varios asistentes a la fiesta que describieron a ambos como «alegres pero conscientes»
- Mensajes de texto previos y posteriores al encuentro que sugerían cierta atracción mutua
- Grabaciones de las cámaras del local que mostraban a ambos caminando por su propio pie
- Informes periciales sobre los efectos del alcohol en la percepción y la memoria
El tribunal finalmente dictó sentencia absolutoria al considerar que no podía descartarse la existencia de consentimiento, aunque este pudiera estar afectado por el alcohol, y que el acusado no tenía motivos para percibir un rechazo que no se manifestó de forma inequívoca.
La importancia del análisis toxicológico en la estrategia de defensa
Un elemento crucial en estos procedimientos es el informe toxicológico que determine con precisión el nivel de alcohol en sangre de ambas partes. Según mi experiencia en este tipo de casos, los tribunales suelen distinguir entre diferentes niveles de afectación etílica:
- Intoxicación leve (0,3-0,8 g/l): Afecta levemente a la coordinación y juicio, pero no suele comprometer la capacidad para consentir
- Intoxicación moderada (0,8-1,5 g/l): Deterioro notable del juicio y coordinación, pero generalmente con mantenimiento de la consciencia
- Intoxicación severa (1,5-3,0 g/l): Compromete seriamente la capacidad de consentir y puede provocar amnesia parcial
- Intoxicación muy severa (>3,0 g/l): Generalmente incompatible con cualquier tipo de consentimiento válido
Como defensor en numerosos procedimientos de delitos sexuales, creo que la estrategia más efectiva consiste en demostrar que, aunque existiera cierto grado de intoxicación, este no era suficiente para anular completamente la capacidad de consentir de la presunta víctima ni para impedir que mi cliente percibiera correctamente la situación.
La valoración judicial del testimonio en contextos de intoxicación etílica
Un aspecto fundamental en estos procedimientos es la valoración del testimonio de la presunta víctima, especialmente cuando el alcohol puede haber afectado su memoria. El Tribunal Supremo ha establecido tres requisitos para que el testimonio de la víctima pueda desvirtuar la presunción de inocencia:
- Ausencia de incredibilidad subjetiva: Que no existan motivos para pensar que la denuncia responde a resentimiento, venganza o interés
- Verosimilitud: Que el testimonio esté rodeado de corroboraciones periféricas
- Persistencia en la incriminación: Que el relato sea coherente y se mantenga en lo esencial
Cuando el alcohol está presente, el tercer requisito suele ser el más problemático. Es habitual que la denunciante presente lagunas de memoria o recuerdos fragmentarios, lo que dificulta mantener un relato consistente. Esta circunstancia, aunque comprensible desde el punto de vista médico, puede generar dudas razonables que benefician a la defensa.
En mi opinión como abogado penalista, los tribunales deben ser extremadamente cautelosos al valorar testimonios afectados por el alcohol, pues existe un riesgo real de que la persona reconstruya inconscientemente partes de lo ocurrido, mezclando recuerdos reales con suposiciones o incluso con información recibida posteriormente.
La jurisprudencia reciente sobre consentimiento y alcohol
La jurisprudencia española ha evolucionado significativamente en los últimos años respecto a la valoración del consentimiento sexual en contextos de intoxicación etílica. Sentencias como la STS 344/2019 o la STS 145/2020 han establecido criterios importantes:
- El mero hecho de haber consumido alcohol no invalida automáticamente el consentimiento
- Debe analizarse caso por caso el grado de afectación y si este impedía realmente la libre manifestación de la voluntad
- Es fundamental distinguir entre la incapacidad total para consentir y la simple desinhibición producida por el alcohol
- Debe valorarse si el acusado conocía o podía conocer el estado de la víctima y si se aprovechó deliberadamente de ello
Estrategias de defensa efectivas ante acusaciones de agresión sexual con alcohol
Cuando asesoramos a un acusado por un posible delito de agresión sexual en circunstancias donde el alcohol estaba presente, desarrollamos una estrategia de defensa integral que abarca múltiples frentes:
Reconstrucción exhaustiva de los hechos
Lo primero que explico a quien me consulta por esto es la importancia de documentar minuciosamente todo lo ocurrido. Esto incluye:
- Recopilar todas las comunicaciones previas y posteriores al encuentro
- Identificar posibles testigos que pudieran observar la interacción entre ambos
- Solicitar grabaciones de cámaras de seguridad si el encuentro comenzó en lugares públicos
- Documentar el consumo de alcohol (tickets de compra, testimonios de camareros)
- Buscar evidencias sobre el estado de consciencia de ambas partes
Análisis pericial del nivel de intoxicación
Un elemento crucial es determinar con precisión el grado de afectación etílica de ambas partes. Para ello:
- Solicitamos informes toxicológicos cuando existen muestras disponibles
- Aportamos dictámenes periciales sobre los efectos del alcohol en las capacidades cognitivas
- Analizamos la compatibilidad entre el nivel de alcohol y las conductas descritas
- Evaluamos si existía una asimetría significativa en el grado de intoxicación
Mi recomendación profesional suele ser no escatimar en pruebas periciales de calidad, pues un buen informe toxicológico puede ser determinante para demostrar que, aunque existiera cierto grado de embriaguez, este no anulaba la capacidad de consentir o de percibir la ausencia de consentimiento.
El impacto de la reforma del Código Penal en los casos de agresión sexual con alcohol
La reciente reforma del Código Penal español, conocida coloquialmente como la «ley del solo sí es sí», ha modificado sustancialmente el marco jurídico aplicable a los delitos sexuales. El nuevo artículo 178.2 establece expresamente:
«A los efectos del apartado anterior, se consideran en todo caso agresión sexual los actos de contenido sexual que se realicen empleando violencia, intimidación o abuso de una situación de superioridad o vulnerabilidad de la víctima, así como los que se ejecuten sobre personas que se hallen privadas de sentido o de cuya situación mental se abusare y los que se realicen cuando la víctima tenga anulada por cualquier causa su voluntad.»
Esta modificación tiene implicaciones directas para los casos donde el alcohol está presente, pues ahora se tipifica expresamente como agresión sexual el acto realizado sobre una persona «privada de sentido» o con su voluntad «anulada por cualquier causa», lo que incluiría la intoxicación etílica severa.
Sin embargo, esto no significa que cualquier consumo de alcohol invalide automáticamente el consentimiento. Los tribunales siguen debiendo analizar caso por caso si el grado de intoxicación era suficiente para considerar que la persona estaba «privada de sentido» o tenía su voluntad «anulada».
Claves para obtener una sentencia absolutoria bajo el nuevo marco legal
Bajo la nueva legislación, las estrategias de defensa deben adaptarse. Según mi experiencia en este tipo de casos, los elementos clave para obtener una sentencia absolutoria en casos de presunta agresión sexual con alcohol son:
- Demostrar que, pese al consumo de alcohol, la presunta víctima mantenía capacidad suficiente para expresar su voluntad
- Acreditar que existieron actos externos que podían razonablemente interpretarse como manifestaciones de consentimiento
- Probar que el acusado no tenía motivos para percibir una falta de consentimiento
- Evidenciar que el acusado también estaba afectado por el alcohol, lo que podría incidir en su capacidad para evaluar correctamente la situación
- Aportar testimonios o pruebas que generen dudas razonables sobre la versión acusatoria
El papel de los testigos en los procedimientos por agresión sexual con alcohol
Los testimonios de terceros suelen ser determinantes en estos procedimientos, especialmente cuando pueden aportar información sobre:
- El estado aparente de ambas partes antes del encuentro sexual
- La interacción previa entre acusado y denunciante
- Manifestaciones verbales o no verbales que pudieran indicar consentimiento o rechazo
- La conducta posterior de ambos
En estas situaciones, lo más sensato que aconsejo es identificar y preparar adecuadamente a todos los posibles testigos, asegurándose de que comprendan la importancia de declarar con precisión sobre lo que realmente observaron, sin añadir interpretaciones personales.
Conclusiones: navegando la complejidad jurídica del consentimiento y el alcohol
Los casos de presunta agresión sexual donde ambas partes han consumido alcohol representan uno de los mayores desafíos para el sistema judicial. La línea entre una relación consentida y una agresión sexual puede volverse extremadamente difusa cuando las capacidades cognitivas y perceptivas están alteradas.
Como abogado especializado en delitos sexuales, he comprobado que cada caso requiere un análisis minucioso y personalizado. No existen fórmulas mágicas ni argumentos universales que garanticen una sentencia absolutoria. Sin embargo, una defensa técnicamente sólida, basada en pruebas objetivas y en la generación de dudas razonables sobre la versión acusatoria, puede marcar la diferencia entre una condena y una absolución.
En AbogadoPenal.Madrid ofrecemos una representación legal especializada para quienes enfrentan acusaciones de agresión sexual en contextos de consumo de alcohol. Nuestro enfoque combina un profundo conocimiento técnico-jurídico con una comprensión de los factores psicológicos y sociales que influyen en estos casos. Acompañamos a nuestros clientes desde el primer momento de la investigación, diseñando estrategias de defensa personalizadas y efectivas que maximicen las posibilidades de obtener un resultado favorable.
Preguntas frecuentes sobre sentencias absolutorias en casos de agresión sexual con alcohol
¿El hecho de que ambas partes hubieran bebido alcohol garantiza una sentencia absolutoria?
No, en absoluto. El mero hecho de que ambas partes hubieran consumido alcohol no garantiza automáticamente una sentencia absolutoria. Los tribunales analizan múltiples factores, como el grado exacto de intoxicación, la conducta previa y posterior, los testimonios de testigos y cualquier otra evidencia que pueda arrojar luz sobre la existencia o no de consentimiento. La defensa debe construir un relato coherente y respaldado por pruebas que genere, como mínimo, una duda razonable sobre la culpabilidad del acusado.
¿Qué ocurre si no recuerdo parte de lo sucedido debido al alcohol?
Las lagunas de memoria causadas por el alcohol son relativamente frecuentes en estos casos y pueden afectar tanto a la defensa como a la acusación. Si eres el acusado y no recuerdas con claridad lo ocurrido, es fundamental no inventar detalles ni ofrecer versiones contradictorias. La estrategia más adecuada suele ser reconocer honestamente los límites de tu memoria y centrarse en los hechos que sí recuerdas con claridad, buscando respaldo en pruebas objetivas como mensajes, testimonios de terceros o grabaciones. Un buen abogado trabajará para reconstruir lo sucedido a partir de evidencias externas fiables.
¿Cómo se determina si el nivel de alcohol anulaba la capacidad de consentir?
La determinación de si el nivel de alcohol anulaba la capacidad de consentir es uno de los aspectos más complejos en estos procedimientos. Los tribunales suelen basarse en una combinación de factores: análisis toxicológicos (cuando están disponibles), testimonios sobre la conducta observable de la persona (si podía caminar, hablar coherentemente, recordar detalles), informes periciales sobre los efectos del alcohol según el peso, sexo y tolerancia individual, y cualquier evidencia sobre la capacidad de la persona para tomar otras decisiones en ese momento. No existe un umbral universal, pero generalmente se considera que tasas superiores a 1,5-2,0 g/l pueden comprometer seriamente la capacidad para otorgar un consentimiento válido, aunque esto debe evaluarse caso por caso.
Abogado ejerciente del ICAM con más de 15 años de experiencia. Colegiado del Ilustre Colegio de Abogados de Madrid, colegiado número de colegiado 128.064. Especializado en Derecho Penal. Actual Director del bufete Ródenas Abogados y Asociados S.L.U. Licenciado en Derecho por la Universidad Instituto de Estudios Bursátiles (I.E.B.) con Máster de Acceso a la Abogacía.