Seguramente te has preguntado más de una vez si ¿es normal justificar a quien me humilla o me hace sentir mal? cuando esa persona es alguien importante en tu vida. He visto este patrón repetirse en innumerables casos de violencia psicológica que llegan a mi despacho. Personas que durante años han normalizado comportamientos dañinos, convenciéndose de que «no es para tanto» o que «en el fondo me quiere».
Entiendo perfectamente esa sensación de confusión y duda. Como abogado penalista especializado en violencia de género, he acompañado a cientos de personas atrapadas en relaciones donde la humillación se convierte en rutina. También he defendido a quienes, tras años de normalizar comportamientos tóxicos, se encuentran de pronto señalados como agresores sin entender completamente la gravedad de sus actos.
Te prometo que después de leer este artículo tendrás mucha más claridad sobre los mecanismos psicológicos y legales que operan en estas situaciones. Veremos juntos por qué justificamos el maltrato, cuándo cruza la línea de lo legal y qué opciones tienes si te encuentras en cualquiera de los dos lados de esta dolorosa realidad.
La normalización del maltrato psicológico: un fenómeno más común de lo que creemos
La tendencia a justificar a quien nos humilla o maltrata psicológicamente no es un caso aislado. Según datos del Consejo General del Poder Judicial, en 2022 se presentaron más de 30.000 denuncias por violencia psicológica en España, pero los expertos coinciden en que estas cifras representan solo la punta del iceberg.
¿Por qué ocurre esto? Principalmente porque la violencia psicológica se normaliza gradualmente. Lo que comienza como pequeños comentarios despectivos o actitudes controladoras va escalando tan lentamente que la víctima apenas percibe el cambio. Es como la metáfora de la rana en agua hirviendo: si el agua se calienta poco a poco, la rana no salta, se acostumbra hasta que es demasiado tarde.
En mi experiencia profesional, he observado que esta normalización afecta a personas de todos los niveles educativos, económicos y sociales. Nadie está inmune a caer en la trampa de justificar el maltrato, especialmente cuando proviene de alguien a quien amamos o de quien dependemos emocionalmente.
¿Por qué justificamos a quien nos humilla? Mecanismos psicológicos detrás de esta conducta
Cuando alguien nos pregunta directamente: «¿Es normal justificar a quien me humilla o me hace sentir mal?», la respuesta racional sería un rotundo «no». Sin embargo, en la práctica, son muchos los factores que nos llevan a hacerlo:
- Dependencia emocional: El vínculo afectivo con el agresor genera una necesidad de mantener la relación a toda costa.
- Miedo al abandono: El temor a quedarse solo/a puede ser más poderoso que el dolor del maltrato.
- Esperanza de cambio: La creencia de que la situación mejorará o que la persona cambiará con el tiempo.
- Baja autoestima: Llegar a creer que uno merece ese trato o que no puede aspirar a algo mejor.
- Normalización cultural: Crecer en entornos donde ciertos comportamientos abusivos se consideran normales.
Estos mecanismos psicológicos actúan como una niebla que dificulta ver la situación con claridad. Como abogado que ha tratado numerosos casos de violencia psicológica, puedo asegurarte que reconocer estos patrones es el primer paso para romper el ciclo.
El ciclo de la violencia: cómo se perpetúa la justificación del maltrato
La psicóloga Lenore Walker describió en 1979 el llamado «ciclo de la violencia», que explica perfectamente por qué resulta tan difícil salir de una relación abusiva y por qué tendemos a justificar a quien nos maltrata:
- Fase de acumulación de tensión: Pequeños incidentes que generan hostilidad.
- Fase de explosión violenta: El maltratador descarga la tensión mediante humillaciones, insultos o agresiones.
- Fase de «luna de miel» o arrepentimiento: El agresor se muestra arrepentido, cariñoso y promete cambiar.
Esta última fase es especialmente peligrosa porque refuerza la justificación: «En el fondo me quiere», «No lo hizo con mala intención», «Yo también le provoqué». Este ciclo puede repetirse durante años, aumentando progresivamente en intensidad y frecuencia.
¿Cuándo justificar a quien me humilla se convierte en un problema legal? El marco jurídico
Es fundamental entender que muchas de estas conductas humillantes están tipificadas como delito en nuestro ordenamiento jurídico. El Código Penal español contempla específicamente el maltrato psicológico en el ámbito familiar o de pareja.
El Artículo 173.2 del Código Penal castiga a quien ejerza violencia psíquica habitual sobre su cónyuge, pareja o expareja, con penas de prisión de seis meses a tres años. Este artículo protege expresamente contra los actos que menoscaban la integridad moral de la víctima, incluyendo humillaciones sistemáticas.
Por su parte, el Artículo 153 del Código Penal contempla el castigo para actos de violencia psíquica que, aun siendo puntuales y no habituales, se producen en el contexto de una relación de pareja o expareja.
¿Quieres saber por qué esto es tan importante? Porque muchas personas no denuncian al considerar que «solo son palabras» o que «no me ha puesto la mano encima». La realidad es que la violencia psicológica está reconocida legalmente como una forma de maltrato punible, con consecuencias jurídicas para el agresor.
Ejemplos de conductas humillantes que constituyen delito
Para clarificar cuándo estamos ante un comportamiento que traspasa la frontera de lo legal, veamos algunos ejemplos concretos:
- Insultos y descalificaciones constantes («eres inútil», «no vales para nada»)
- Humillaciones públicas o privadas
- Control excesivo (revisar el móvil, controlar horarios, aislar de amigos y familia)
- Amenazas veladas o explícitas
- Manipulación emocional sistemática
- Gaslighting (hacer que la víctima dude de su propia percepción de la realidad)
Recuerdo el caso de María (nombre ficticio), quien durante cinco años justificó que su pareja la humillara frente a amigos y familiares con «bromas pesadas» sobre su inteligencia. Cuando finalmente denunció, tenía grabaciones de estos episodios que fueron determinantes para demostrar el maltrato psicológico habitual.
¿Has sido víctima de humillaciones y maltrato psicológico? Qué pasos puedes dar con respaldo legal
Si te identificas con esta situación y te preguntas ¿es normal justificar a quien me humilla o me hace sentir mal?, quiero que sepas que hay un camino para salir de esa dinámica tóxica:
- Reconoce la situación: El primer paso es admitir que estás en una relación abusiva.
- Busca apoyo profesional: Un psicólogo especializado puede ayudarte a romper los patrones de justificación.
- Documenta los episodios: Guarda mensajes, correos o grabaciones (siempre respetando la legalidad) que evidencien el maltrato.
- Contacta con servicios especializados: El teléfono 016 ofrece información y asesoramiento gratuito.
- Consulta con un abogado especializado: Para evaluar las opciones legales específicas para tu caso.
En mi opinión como abogado penalista especializado en violencia de género, es crucial buscar asesoramiento legal temprano, incluso si aún no has decidido denunciar. Conocer tus derechos y opciones te empoderará para tomar decisiones informadas.
La importancia de la orden de protección en casos de maltrato psicológico
Muchas víctimas desconocen que el Artículo 544 ter de la Ley de Enjuiciamiento Criminal contempla la posibilidad de solicitar una orden de protección también en casos de violencia psicológica, no solo física.
Esta medida puede incluir:
- Prohibición de comunicación por cualquier medio
- Prohibición de acercamiento a determinados lugares
- Salida obligatoria del agresor del domicilio familiar
- Medidas provisionales sobre custodia de hijos, si los hubiera
Aquí viene lo que nadie te cuenta: la violencia psicológica puede ser más difícil de probar, pero no imposible. Un abogado experimentado sabrá qué tipo de pruebas son relevantes y cómo presentarlas efectivamente ante el juez para obtener la protección necesaria.
¿Te acusan de maltrato psicológico? Claves legales que debes conocer
Si te encuentras en el otro lado de la ecuación, siendo acusado de ejercer violencia psicológica, es fundamental que entiendas la seriedad del asunto y actúes con responsabilidad:
- Busca representación legal especializada inmediatamente
- No contactes con la persona denunciante bajo ningún concepto
- Recopila pruebas que puedan contextualizar la situación
- Considera la posibilidad de buscar ayuda psicológica
Desde mi experiencia en este tipo de casos familiares relacionados con la justificación del maltrato psicológico, suelo recomendar que se tome muy en serio cualquier acusación de este tipo. Las consecuencias legales pueden incluir no solo penas de prisión, sino también inhabilitación para el ejercicio de la patria potestad, prohibición de tenencia de armas y otras medidas accesorias que pueden afectar significativamente tu vida.
La delgada línea entre conflictos de pareja y maltrato psicológico
Es importante distinguir entre discusiones normales de pareja y patrones de maltrato psicológico. En una relación sana pueden existir conflictos, pero estos se caracterizan por:
- Respeto mutuo incluso en el desacuerdo
- Ausencia de intimidación o amenazas
- Capacidad para llegar a acuerdos
- Equilibrio de poder en la relación
Por el contrario, el maltrato psicológico implica un patrón sistemático de control, humillación y dominación que genera un daño emocional significativo en la víctima.
Los efectos a largo plazo de justificar el maltrato psicológico
Justificar constantemente a quien nos humilla tiene consecuencias profundas en nuestra salud mental y emocional:
- Deterioro de la autoestima: Acabamos creyendo que merecemos ese trato.
- Normalización de la violencia: Lo que facilita que se repita en futuras relaciones.
- Trastornos psicológicos: Ansiedad, depresión, estrés postraumático.
- Aislamiento social: Alejamiento progresivo de amigos y familiares.
- Dependencia emocional crónica: Dificultad para establecer relaciones sanas en el futuro.
Esto puede cambiar el rumbo de tu caso… Estos efectos no solo son relevantes desde el punto de vista personal, sino también legal. En los procedimientos judiciales, el daño psicológico causado puede ser determinante para la calificación del delito y la imposición de la pena.
¿Estás implicado en un procedimiento por maltrato psicológico? Esto es lo que debes saber
Si te preguntas ¿es normal justificar a quien me humilla o me hace sentir mal? mientras estás inmerso en un procedimiento judicial, es crucial que entiendas cómo funciona el proceso:
Fase del procedimiento | ¿Qué ocurre? | Recomendación legal |
---|---|---|
Denuncia | Se interpone la denuncia por maltrato psicológico | Aportar todas las pruebas disponibles (mensajes, testigos, informes psicológicos) |
Juzgado de Violencia | Se toman declaraciones y se valoran medidas cautelares | Preparar bien la declaración y solicitar medidas de protección si son necesarias |
Instrucción | Se investigan los hechos y se recaban pruebas | Colaborar activamente con tu abogado para aportar toda la información relevante |
Juicio oral | Se practican las pruebas y se dicta sentencia | Mantener la coherencia en el relato y seguir las indicaciones de tu representante legal |
Cuando una persona llega al despacho tras ser denunciada por su pareja por maltrato psicológico, lo primero que explicamos es la importancia de mantener la calma y seguir estrictamente las indicaciones legales. Un paso en falso, como intentar contactar con la denunciante para «aclarar las cosas», puede agravar significativamente la situación legal.
La prueba pericial psicológica: clave en los casos de maltrato emocional
En los procedimientos por violencia psicológica, la prueba pericial adquiere una relevancia especial. Los informes de psicólogos forenses pueden determinar:
- La existencia de daño psicológico en la víctima
- La relación causal entre ese daño y la conducta denunciada
- La credibilidad del testimonio de ambas partes
Como defensor en procedimientos penales por violencia doméstica, considero que es fundamental contar con un perito de parte cuando existen dudas sobre la valoración psicológica oficial. Una segunda opinión profesional puede marcar la diferencia en el resultado del procedimiento.
Romper el ciclo: cómo dejar de justificar el maltrato psicológico
Si has identificado que estás en una relación donde justificas constantemente a quien te humilla, estos son los pasos para romper ese patrón:
- Reconoce los patrones tóxicos: Identifica las conductas que te hacen daño.
- Establece límites claros: Define qué comportamientos no estás dispuesto/a a tolerar.
- Busca apoyo profesional: Un psicólogo puede ayudarte a fortalecer tu autoestima.
- Construye una red de apoyo: Reconéctate con amigos y familiares.
- Considera tus opciones legales: Consulta con un abogado especializado sobre tus derechos.
Recuerda que salir de una relación abusiva es un proceso, no un evento. Según estudios, una víctima intenta abandonar una relación de maltrato una media de siete veces antes de conseguirlo definitivamente.
Recursos disponibles para víctimas de maltrato psicológico
En España contamos con una red de recursos para apoyar a quienes sufren violencia psicológica:
- Teléfono 016: Atención gratuita y confidencial 24 horas.
- Centros de la Mujer: Ofrecen asesoramiento legal y psicológico.
- Aplicación ALERTCOPS: Permite comunicar situaciones de riesgo a las Fuerzas de Seguridad.
- Asociaciones especializadas: Proporcionan grupos de apoyo y acompañamiento.
Estos recursos están disponibles incluso si aún no has decidido denunciar formalmente, y pueden ser el primer paso para romper con la dinámica de justificar a quien te maltrata.
Cómo podemos ayudarte en AbogadoPenal.Madrid
En AbogadoPenal.Madrid, bajo mi dirección, ofrecemos asistencia integral tanto a personas acusadas como a víctimas de maltrato psicológico:
- Evaluación inicial del caso: Analizamos en profundidad la situación para determinar las mejores estrategias legales.
- Presentación o contestación a denuncia: Redactamos documentos legales con rigor y precisión.
- Acompañamiento en comisaría y juzgados: Estamos a tu lado en cada paso del procedimiento.
- Solicitud de medidas cautelares: O defensa ante ellas, según la posición en el procedimiento.
- Preparación para juicio: Trabajamos meticulosamente en la estrategia procesal.
- Recursos contra sentencias desfavorables: Analizamos todas las vías de impugnación posibles.
Nuestro enfoque combina el rigor jurídico con la sensibilidad humana que estos casos requieren. Entendemos que detrás de cada expediente hay una historia personal compleja que merece ser tratada con respeto y profesionalidad.
Preguntas frecuentes sobre el maltrato psicológico y su justificación
¿Qué hago si me acusan de maltrato psicológico y considero que solo fueron discusiones normales de pareja?
Es fundamental que busques asesoramiento legal especializado inmediatamente. No minimices la acusación ni intentes contactar con la denunciante. Tu abogado te ayudará a contextualizar los hechos y a presentar pruebas que demuestren la naturaleza real de la relación. Recuerda que lo que para ti pueden ser «discusiones normales» pueden constituir maltrato si generan un patrón de daño psicológico en la otra persona.
¿Es normal justificar a quien me humilla si nunca me ha agredido físicamente?
No, no es normal ni saludable justificar comportamientos humillantes, aunque no haya violencia física. El maltrato psicológico puede ser tan o más dañino que el físico, y está reconocido como delito en nuestro Código Penal. Muchas víctimas minimizan la violencia psicológica precisamente porque no deja marcas visibles, pero sus efectos en la salud mental pueden ser devastadores y duraderos. La ausencia de golpes no significa que la relación sea sana o respetuosa.
¿Qué pruebas son válidas para demostrar el maltrato psicológico en un procedimiento judicial?
Los tribunales aceptan diversos tipos de pruebas en casos de maltrato psicológico:
- Mensajes de texto, correos electrónicos o comunicaciones en redes sociales
- Grabaciones de audio o vídeo (siempre que se hayan obtenido legalmente)
- Testimonios de testigos (familiares, amigos, vecinos)
- Informes médicos o psicológicos que documenten el daño emocional
- Denuncias previas o intervenciones policiales anteriores
La clave está en demostrar un patrón continuado de comportamiento abusivo, no incidentes aislados. Un abogado especializado sabrá qué pruebas son más relevantes para tu caso específico y cómo presentarlas de manera efectiva.
Conclusión: Romper con la normalización del maltrato
Preguntarse ¿es normal justificar a quien me humilla o me hace sentir mal? es ya un primer paso valiente hacia la toma de conciencia. La respuesta es clara: no, no es normal ni saludable, aunque sea un mecanismo psicológico común en situaciones de maltrato.
A lo largo de mi carrera como abogado penalista he visto cómo personas que durante años justificaron comportamientos humillantes lograron finalmente romper ese ciclo y reconstruir sus vidas. También he defendido a personas que, tras años de relaciones tóxicas, no fueron conscientes del daño que causaban hasta enfrentarse a un procedimiento judicial.
Tanto si eres víctima como si has sido denunciado, recuerda que no estás solo/a en este proceso. Existen profesionales especializados que pueden acompañarte desde el respeto y el conocimiento profundo de estas complejas dinámicas relacionales.
El camino hacia relaciones sanas y respetuosas comienza con el reconocimiento de los patrones tóxicos y la decisión firme de no normalizarlos ni justificarlos. Y cuando ese reconocimiento llega, estamos aquí para ofrecerte el respaldo legal que necesitas, con rigor profesional y sensibilidad humana.
Abogado ejerciente del ICAM con más de 15 años de experiencia. Colegiado del Ilustre Colegio de Abogados de Madrid, colegiado número de colegiado 128.064. Especializado en Derecho Penal. Actual Director del bufete Ródenas Abogados y Asociados S.L.U. Licenciado en Derecho por la Universidad Instituto de Estudios Bursátiles (I.E.B.) con Máster de Acceso a la Abogacía.