Te has encontrado mirando a los ojos de quien te ha lastimado, y de repente, sientes una punzada de compasión que te confunde. ¿Es normal sentir compasión por quien me hace daño? Esta pregunta me la hacen frecuentemente en mi despacho, tanto víctimas como personas acusadas de violencia en el ámbito familiar. Comprendo perfectamente esa confusión emocional que experimentas. Los sentimientos contradictorios son parte natural de las relaciones humanas, especialmente cuando hay un vínculo emocional profundo. En este artículo, te ayudaré a entender este fenómeno desde una perspectiva tanto psicológica como legal.
La paradoja emocional: compasión hacia quien nos daña
Cuando alguien nos causa dolor, especialmente si es una persona cercana, nuestras emociones entran en un conflicto interno que puede resultar desconcertante. Por un lado, sentimos el dolor del daño recibido; por otro, podemos experimentar compasión al ver el sufrimiento o las circunstancias de quien nos lastima. Esta dualidad emocional no es señal de debilidad, sino de complejidad humana.
La compasión hacia quien nos ha dañado puede surgir de diversos factores:
- Un vínculo emocional profundo construido durante años
- La comprensión de los traumas o dificultades que la otra persona ha vivido
- El reconocimiento de la humanidad del otro, incluso en sus errores
- Mecanismos de defensa psicológica que buscan preservar la relación
En mi experiencia como abogado penalista especializado en violencia de género, he observado que esta compasión a menudo se convierte en un factor determinante en la decisión de mantener o terminar relaciones dañinas, o incluso en la voluntad de retirar denuncias.
El ciclo de la violencia y la compasión como trampa emocional
Cuando hablamos de relaciones donde existe maltrato, es fundamental entender que la compasión puede convertirse en un elemento que perpetúa el ciclo de la violencia. Este ciclo, descrito por la psicóloga Leonore Walker, consta de tres fases principales:
- Fase de acumulación de tensión: Pequeños incidentes que generan hostilidad
- Fase de explosión violenta: Descarga de la tensión acumulada
- Fase de luna de miel o arrepentimiento: Promesas de cambio y comportamiento cariñoso
Es precisamente en la tercera fase cuando la compasión juega un papel crucial. La persona agresora muestra arrepentimiento, vulnerabilidad o incluso explica las circunstancias que la llevaron a actuar así. La víctima, al ver este sufrimiento, puede sentir compasión y decidir dar otra oportunidad, reiniciando el ciclo.
¿Por qué sentimos compasión por quien nos daña?
Desde una perspectiva psicológica, este fenómeno puede explicarse por varios mecanismos:
- Empatía natural: Capacidad humana de conectar con el sufrimiento ajeno
- Vínculo de apego: Lazos emocionales profundos difíciles de romper
- Esperanza de cambio: Creencia en la posibilidad de transformación del otro
- Dependencia emocional: Necesidad de mantener la relación a pesar del daño
- Culpa internalizada: Sensación de responsabilidad por el comportamiento del otro
¿Te acusan de violencia familiar? Claves legales que debes conocer sobre la compasión de la víctima
Si te encuentras en el lado de quien ha sido denunciado, es importante entender que la compasión que pueda sentir la otra parte no exime de responsabilidad legal. El Artículo 173.2 del Código Penal español tipifica el maltrato habitual en el ámbito familiar, independientemente de los sentimientos que existan entre las partes.
Algunos aspectos legales relevantes:
- La compasión de la víctima no detiene automáticamente el procedimiento penal
- En delitos de violencia de género, el proceso continúa aunque la víctima retire la denuncia
- El arrepentimiento puede considerarse como atenuante, pero no exime del delito
- Las medidas cautelares (como órdenes de alejamiento) se mantienen aunque la víctima exprese compasión
Veamos por qué este detalle marca la diferencia… En el ámbito jurídico, la voluntad de la víctima no es el único factor determinante. El Ministerio Fiscal puede continuar con la acusación aunque la víctima perdone o sienta compasión, especialmente en casos donde existe un historial de violencia.
El perdón y la compasión en el proceso judicial
El Artículo 153 del Código Penal, que regula la violencia física o psíquica leve en el ámbito familiar, establece penas que no se ven afectadas por el perdón de la víctima. Sin embargo, la actitud de la víctima durante el proceso puede influir en varios aspectos:
- La declaración de la víctima como prueba principal
- La posibilidad de acogerse a la dispensa de declarar contra familiares (Artículo 416 LECrim)
- La valoración judicial de la gravedad de los hechos
Como defensor en procedimientos penales por violencia doméstica, considero que es fundamental analizar cada caso en su contexto específico, evaluando tanto los hechos objetivos como los aspectos emocionales que pueden estar influyendo en la dinámica entre las partes.
¿Has sido víctima y sientes compasión por quien te ha dañado? Qué pasos puedes dar con respaldo legal
Si eres víctima de violencia en el ámbito familiar y te sorprendes sintiendo compasión por quien te ha dañado, es importante que sepas que tus sentimientos son válidos, pero no deben comprometer tu seguridad y bienestar.
Algunas recomendaciones prácticas:
- Busca apoyo psicológico especializado para entender tus emociones
- Distingue entre compasión y justificación del daño recibido
- Mantén las medidas de protección aunque sientas compasión
- Considera la posibilidad de mediación solo en casos donde no exista riesgo
- Recuerda que sentir compasión no significa que debas tolerar el maltrato
El Artículo 544 ter de la Ley de Enjuiciamiento Criminal establece el procedimiento para solicitar órdenes de protección, que pueden mantenerse independientemente de tus sentimientos hacia la persona denunciada.
La compasión como parte del proceso de sanación
En algunos casos, la compasión hacia quien nos ha dañado puede formar parte del proceso de sanación personal. Comprender las circunstancias del otro no implica justificar sus acciones, sino liberarse del resentimiento que puede resultar tóxico para uno mismo.
Sin embargo, es fundamental establecer límites claros:
- La compasión no debe llevar a exponerse nuevamente al riesgo
- Entender no es lo mismo que justificar o permitir
- El bienestar propio y el de los hijos debe ser prioritario
Aquí viene lo que nadie te cuenta… La compasión puede ser parte de tu proceso de recuperación, pero nunca debe ser la razón para mantenerte en una situación de peligro.
El impacto de la compasión en los procedimientos de violencia familiar
La compasión que siente una víctima hacia su agresor puede tener un impacto significativo en el desarrollo de los procedimientos judiciales. Algunos de estos efectos incluyen:
- Retractación en las declaraciones
- Minimización de los hechos denunciados
- Solicitud de levantamiento de medidas cautelares
- Reconciliaciones que pueden poner en riesgo a la víctima
- Dificultades para la valoración judicial de los hechos
Desde mi experiencia en este tipo de casos familiares relacionados con la violencia, suelo recomendar que tanto víctimas como acusados reciban asesoramiento psicológico para gestionar adecuadamente sus emociones durante el proceso legal. La claridad emocional es fundamental para tomar decisiones que realmente protejan los intereses de todas las partes implicadas, especialmente cuando hay menores afectados.
La compasión y su relación con la dependencia emocional
Es importante distinguir entre la compasión genuina y aquella que surge como manifestación de una dependencia emocional patológica. Esta última puede llevar a justificar comportamientos dañinos y a mantener relaciones tóxicas bajo la apariencia de comprensión o perdón.
Algunos indicadores de que la compasión podría estar enmascarando dependencia:
- Perdonar repetidamente conductas violentas sin cambios reales
- Justificar el maltrato atribuyéndolo a factores externos (estrés, alcohol, etc.)
- Asumir la responsabilidad por el comportamiento violento del otro
- Sentir que no se puede vivir sin la otra persona a pesar del daño
- Idealizar los momentos positivos y minimizar los episodios violentos
¿Estás implicado en un procedimiento por violencia familiar? Esto es lo que debes saber sobre el papel de la compasión
Si estás involucrado en un procedimiento judicial por violencia en el ámbito familiar, ya sea como denunciante o como denunciado, es fundamental entender cómo la compasión puede influir en el proceso:
Para la persona denunciante:
La compasión hacia quien te ha dañado puede llevarte a:
- Dudar sobre mantener la denuncia
- Sentir culpa por las consecuencias legales para el denunciado
- Minimizar los hechos durante tu declaración
- Solicitar el levantamiento de medidas de protección prematuramente
Es importante que comuniques estos sentimientos a tu abogado y a los profesionales que te acompañan, para recibir el apoyo adecuado y tomar decisiones informadas.
Para la persona denunciada:
Si has sido denunciado y percibes compasión por parte de quien te ha denunciado:
- No interpretes esta compasión como una oportunidad para contactar (podrías incumplir medidas cautelares)
- No utilices la compasión para manipular emocionalmente
- Aprovecha este tiempo para reflexionar y buscar ayuda profesional
- Respeta el proceso legal independientemente de los sentimientos involucrados
¿Quieres saber por qué esto es tan importante? Porque el incumplimiento de medidas cautelares, como una orden de alejamiento, constituye un delito adicional según el Artículo 468 del Código Penal, independientemente de que exista consentimiento por parte de la persona protegida.
Estrategias para gestionar la compasión en contextos de violencia familiar
Gestionar adecuadamente los sentimientos de compasión en situaciones de violencia familiar requiere un enfoque equilibrado que proteja tanto la integridad emocional como la seguridad física:
- Establecer límites claros: La compasión no debe implicar tolerancia hacia comportamientos abusivos
- Buscar apoyo profesional: Terapeutas especializados en trauma y violencia pueden ayudar a procesar estos sentimientos
- Diferenciar entre compasión y responsabilidad: Puedes sentir compasión sin asumir la responsabilidad por las acciones del otro
- Priorizar la seguridad: Las decisiones deben basarse en criterios objetivos de seguridad, no solo en emociones
- Considerar el impacto en los hijos: Si hay menores involucrados, su bienestar debe ser prioritario
En mi opinión como abogado penalista especializado en violencia de género, lo más importante al inicio es distinguir entre la compasión como emoción natural y la utilización de esta como justificación para mantener dinámicas dañinas. El asesoramiento legal debe ir acompañado de apoyo psicológico para navegar estas complejas aguas emocionales.
Aspectos legales a considerar cuando la compasión influye en casos de violencia familiar
El marco jurídico español contempla diversos aspectos relacionados con la influencia de la compasión en los procedimientos de violencia familiar:
| Situación | Marco legal | Consideraciones |
|---|---|---|
| Retirada de denuncia por compasión | Art. 106 LECrim | El proceso puede continuar de oficio |
| Reconciliación durante el proceso | Art. 544 ter LECrim | Las medidas de protección pueden mantenerse |
| Incumplimiento de medidas con consentimiento | Art. 468 CP | Sigue constituyendo delito aunque haya consentimiento |
| Atenuante de arrepentimiento | Art. 21.4 CP | Puede reducir la pena pero no exime del delito |
Esto puede cambiar el rumbo de tu caso… Es fundamental entender que el sistema judicial actúa con independencia de los sentimientos entre las partes, buscando proteger bienes jurídicos como la integridad física y psíquica de las personas vulnerables.
La compasión en la valoración judicial del riesgo
Los órganos judiciales y policiales realizan valoraciones de riesgo para determinar las medidas de protección necesarias. La compasión que muestra la víctima puede influir en esta valoración, pero los profesionales están formados para identificar situaciones donde esta compasión puede estar enmascarando:
- Miedo a represalias
- Dependencia económica o emocional
- Presiones del entorno familiar o social
- Efectos psicológicos del maltrato continuado
Por ello, las valoraciones profesionales pueden determinar medidas de protección incluso cuando la víctima, por compasión u otros motivos, no las solicite expresamente.
Testimonios reales: cuando la compasión complica los casos de violencia familiar
A lo largo de mi carrera como abogado, he sido testigo de numerosos casos donde la compasión ha jugado un papel determinante. A continuación, comparto algunos testimonios (con nombres ficticios) que ilustran esta compleja realidad:
El caso de Elena: la compasión como obstáculo para la protección
Elena sufrió maltrato físico y psicológico durante cinco años. Cuando finalmente denunció, su marido mostró un profundo arrepentimiento y le explicó cómo su infancia traumática había influido en su comportamiento. La compasión que Elena sintió la llevó a solicitar el levantamiento de la orden de alejamiento. Tres meses después, los episodios violentos se repitieron con mayor intensidad.
Este caso ilustra cómo la compasión puede interferir con la protección efectiva de la víctima cuando no va acompañada de cambios reales y verificables en el comportamiento del agresor.
El caso de Miguel: cuando la compasión facilita la rehabilitación
Miguel fue denunciado por violencia psicológica hacia su pareja. Durante el proceso judicial, reconoció su problema con la ira, inició terapia y mostró un arrepentimiento genuino. Su expareja, aunque mantuvo la denuncia, mostró compasión y facilitó un acuerdo que incluía tratamiento psicológico obligatorio. Tres años después, Miguel ha transformado su forma de relacionarse y mantiene una relación respetuosa con su expareja en beneficio de sus hijos comunes.
Este ejemplo muestra cómo la compasión, cuando se canaliza adecuadamente, puede contribuir a la rehabilitación y a la construcción de relaciones más saludables, especialmente cuando hay hijos en común.
Recursos disponibles para gestionar la compasión en contextos de violencia
Si te identificas con la situación de sentir compasión por quien te ha dañado, o si eres la persona que ha causado daño y percibes compasión por parte de tu víctima, existen diversos recursos que pueden ayudarte:
- Servicios de atención psicológica especializada en violencia de género
- Grupos de apoyo para víctimas de violencia familiar
- Programas de intervención para personas que ejercen violencia
- Mediación familiar (solo en casos donde no exista riesgo actual)
- Asesoramiento legal especializado que contemple los aspectos emocionales
Estos recursos pueden ayudarte a gestionar la compasión de manera saludable, estableciendo límites adecuados y tomando decisiones informadas.
Conclusiones: La compasión como parte del proceso de sanación
Sentir compasión por quien nos ha dañado es una experiencia humana compleja pero completamente normal. Esta emoción refleja nuestra capacidad de empatía y nuestra historia compartida con esa persona. Sin embargo, ¿es normal sentir compasión por quien me hace daño? No solo es normal, sino que puede formar parte de un proceso de sanación personal cuando se gestiona adecuadamente.
Lo fundamental es que esta compasión no se convierta en una justificación para mantener relaciones dañinas o para exponerse nuevamente al riesgo. La compasión puede coexistir con límites firmes y con decisiones que prioricen tu seguridad y bienestar.
Recuerda que no estás solo/a en este proceso. Existen profesionales especializados tanto en el ámbito legal como psicológico que pueden acompañarte, ya sea que te encuentres en el lado de quien ha sufrido daño o de quien lo ha causado.
Cómo podemos ayudarte en AbogadoPenal.Madrid
En AbogadoPenal.Madrid, bajo mi dirección como abogado especializado en violencia de género, ofrecemos un acompañamiento integral tanto para personas acusadas como para víctimas de violencia en el ámbito familiar:
- Evaluación inicial del caso: Analizamos todos los aspectos legales y emocionales implicados
- Presentación o contestación a denuncia: Con estrategias adaptadas a cada situación particular
- Acompañamiento en comisaría y juzgados: Estamos a tu lado en cada paso del proceso
- Solicitud de medidas cautelares (o defensa ante ellas): Según las necesidades específicas del caso
- Preparación para juicio: Incluyendo gestión de pruebas y preparación emocional
- Recursos contra sentencias desfavorables: Cuando sea necesario y viable
Nuestro enfoque combina el rigor jurídico con la sensibilidad humana, entendiendo que detrás de cada caso hay personas con emociones complejas, incluyendo la compasión hacia quien les ha dañado o hacia quien han dañado.
Preguntas frecuentes sobre la compasión en casos de violencia familiar
¿Qué hago si me acusan de violencia de género pero mi pareja muestra compasión y quiere retirar la denuncia?
Aunque tu pareja muestre compasión y desee retirar la denuncia, debes saber que en delitos de violencia de género el procedimiento puede continuar de oficio. No intentes contactar con ella si existe una orden de alejamiento, pues estarías cometiendo un nuevo delito. Lo más recomendable es buscar asesoramiento legal especializado y, paralelamente, ayuda psicológica para abordar las causas de la situación. La compasión de tu pareja puede ser una oportunidad para la reflexión y el cambio personal, independientemente del resultado judicial.
¿Es normal sentir compasión por mi agresor y querer retirar la denuncia?
Sí, es completamente normal sentir compasión por quien te ha dañado, especialmente si existe un vínculo emocional profundo. Esta compasión puede surgir al ver su arrepentimiento, al conocer sus circunstancias personales o al preocuparte por las consecuencias que enfrentará. Sin embargo, antes de tomar la decisión de retirar una denuncia, es fundamental que evalúes si ha habido cambios reales en el comportamiento de esa persona y si tu seguridad está garantizada. Te recomiendo buscar apoyo psicológico especializado para procesar estos sentimientos y tomar decisiones que prioricen tu bienestar a largo plazo.
¿Qué implicaciones legales tiene que ambas partes se reconcilien durante un procedimiento por violencia familiar?
La reconciliación durante un procedimiento por violencia familiar no detiene automáticamente el proceso judicial. El Ministerio Fiscal puede continuar con la acusación si considera que existen elementos suficientes, independientemente de la voluntad de las partes. Las medidas cautelares, como órdenes de alejamiento, siguen vigentes hasta que un juez las levante expresamente, y su incumplimiento constituye un delito adicional. Si ambas partes desean reconciliarse, es recomendable comunicarlo formalmente al juzgado a través de sus representantes legales y, posiblemente, someterse a una valoración psicosocial que evalúe la viabilidad y seguridad de esta reconciliación, especialmente si hay menores involucrados.
Abogado ejerciente del ICAM con más de 15 años de experiencia. Colegiado del Ilustre Colegio de Abogados de Madrid, colegiado número de colegiado 128.064. Especializado en Derecho Penal. Actual Director del bufete Ródenas Abogados y Asociados S.L.U. Licenciado en Derecho por la Universidad Instituto de Estudios Bursátiles (I.E.B.) con Máster de Acceso a la Abogacía.