Enfrentarse a un peritaje psicológico sesgado puede ser el punto de inflexión en un caso de agresión sexual. Como abogado especializado en delitos sexuales, he visto cómo informes periciales mal elaborados han estado a punto de condenar a personas inocentes. En este artículo, te revelaré las estrategias que he utilizado con éxito para desacreditar peritajes psicológicos parciales durante el juicio oral, un momento crucial donde la técnica jurídica y el conocimiento especializado marcan la diferencia.
La importancia crítica del peritaje psicológico en casos de agresión sexual
En los procesos por delitos contra la libertad sexual, el peritaje psicológico se ha convertido en una pieza fundamental del engranaje probatorio. A diferencia de otros delitos donde pueden existir evidencias físicas concluyentes, en muchos casos de agresión sexual nos encontramos ante situaciones donde la principal prueba es el testimonio de la presunta víctima.
Esta realidad procesal ha elevado el informe pericial psicológico a un estatus casi sagrado en muchos juzgados. Sin embargo, ¿qué sucede cuando ese informe presenta sesgos, metodologías cuestionables o conclusiones que exceden el ámbito de competencia del perito? ¿Cómo podemos defender eficazmente a un acusado frente a un documento técnico que, en apariencia, otorga credibilidad científica a la acusación?
La batalla pericial en el juicio oral puede determinar el resultado del proceso. Según mi experiencia en este tipo de casos, un peritaje psicológico parcial no cuestionado adecuadamente puede ser más determinante para una condena que cualquier otra prueba presentada.
Identificación de sesgos y deficiencias metodológicas en informes periciales
El primer paso para desacreditar un peritaje psicológico parcial es identificar con precisión sus puntos débiles. No todos los informes presentan los mismos problemas, pero existen patrones recurrentes que he detectado a lo largo de mi carrera:
- Uso selectivo de la información: El perito omite datos relevantes que no apoyan su conclusión.
- Aplicación incorrecta de protocolos: No se siguen los procedimientos estandarizados o se aplican de forma incompleta.
- Conclusiones que exceden el ámbito pericial: El perito realiza afirmaciones sobre la veracidad del testimonio, invadiendo competencias exclusivas del tribunal.
- Ausencia de hipótesis alternativas: No se contemplan otras explicaciones posibles para los hallazgos.
- Falta de actualización científica: Se utilizan métodos o teorías obsoletas o cuestionadas por la comunidad científica actual.
Cuando un cliente acude al despacho tras ser imputado por un delito sexual, una de mis primeras acciones es analizar minuciosamente el informe pericial psicológico que sustenta la acusación. Este análisis no puede ser superficial; requiere conocimientos técnicos específicos y, en muchos casos, la colaboración de peritos de parte que puedan identificar deficiencias que escapan al ojo no especializado.
El problema de la contaminación testimonial
Uno de los aspectos más problemáticos que he detectado en numerosos peritajes es la contaminación testimonial. Este fenómeno ocurre cuando el relato de la presunta víctima ha sido influenciado por intervenciones previas, entrevistas múltiples, o por el propio proceso de investigación.
La Ley de Enjuiciamiento Criminal establece en su artículo 741 que:
«El Tribunal, apreciando según su conciencia las pruebas practicadas en el juicio, las razones expuestas por la acusación y la defensa y lo manifestado por los mismos procesados, dictará sentencia dentro del término fijado en esta Ley.»
Esta libre valoración de la prueba no significa arbitrariedad. Un peritaje que no ha evaluado adecuadamente la posible contaminación testimonial está ignorando un factor crucial que puede afectar la credibilidad del relato, y esto es algo que debemos poner de manifiesto durante el juicio oral.
Estrategias efectivas para el contrainterrogatorio del perito de la acusación
El momento culminante para desacreditar un peritaje parcial llega durante el contrainterrogatorio del perito en el juicio oral. Esta es una oportunidad única que, bien aprovechada, puede cambiar completamente la percepción del tribunal sobre la fiabilidad del informe.
¿Quieres saber por qué este momento es tan decisivo? Porque es la única ocasión en que podemos obligar al perito a defender su metodología y conclusiones bajo presión, exponiendo contradicciones o debilidades que no son evidentes en la lectura del informe escrito.
Técnicas de interrogatorio cruzado que he utilizado con éxito
A lo largo de mi carrera defendiendo casos de agresión sexual, he desarrollado varias técnicas de contrainterrogatorio que han resultado particularmente efectivas:
- Preguntas sobre la metodología específica: Solicitar al perito que detalle paso a paso cómo llegó a sus conclusiones, identificando posibles desviaciones de los protocolos estándar.
- Confrontación con literatura científica actualizada: Presentar estudios o publicaciones recientes que contradigan o cuestionen los métodos utilizados.
- Exploración de hipótesis alternativas: Preguntar si consideró otras explicaciones posibles para los hallazgos y por qué fueron descartadas.
- Cuestionamiento sobre la formación específica: Indagar sobre la experiencia y formación del perito en el ámbito concreto que está evaluando.
- Análisis de posibles sesgos confirmatorios: Explorar si el perito buscó información que confirmara su hipótesis inicial en lugar de contrastarla.
Como defensor en numerosos procedimientos de delitos sexuales, creo que la preparación exhaustiva del contrainterrogatorio es absolutamente crucial. No se trata simplemente de improvisar preguntas, sino de construir una estrategia coherente que exponga gradualmente las debilidades del informe pericial.
La importancia del perito de parte: cómo seleccionar al profesional adecuado
En casos complejos, contar con un perito de parte puede marcar la diferencia entre una condena y una absolución. Sin embargo, la selección de este profesional no debe tomarse a la ligera.
Aquí viene lo que nadie te cuenta: no todos los psicólogos forenses tienen la misma capacidad para enfrentarse a un contrainforme o para defender sus conclusiones en el estrado. La experiencia en el ámbito judicial es tan importante como la formación técnica.
Los criterios que utilizo para seleccionar un perito de parte incluyen:
- Experiencia testificando en juicios orales: Un excelente informe escrito pierde valor si su autor no sabe defenderlo bajo presión.
- Formación específica en psicología forense: No basta con ser un buen psicólogo clínico; el ámbito forense tiene sus propias metodologías y estándares.
- Conocimiento actualizado de la literatura científica: Especialmente en lo relativo a credibilidad del testimonio y evaluación de secuelas psicológicas.
- Capacidad para explicar conceptos complejos: El tribunal debe entender claramente las deficiencias del informe que estamos cuestionando.
- Independencia y objetividad: Un perito que aparente parcialidad perderá credibilidad ante el tribunal.
La coordinación entre abogado y perito: clave del éxito
La comunicación fluida entre el abogado defensor y el perito de parte es fundamental. No se trata de instruir al perito sobre qué debe decir, lo cual sería éticamente inaceptable, sino de asegurar que comprende perfectamente qué aspectos del informe de la acusación son jurídicamente relevantes y deben ser objeto de análisis detallado.
El artículo 478 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal establece que:
«El informe pericial comprenderá, si fuere posible: 1.º Descripción de la persona o cosa que sea objeto del mismo, en el estado o del modo en que se halle. […] 2.º Relación detallada de todas las operaciones practicadas por los peritos y de su resultado. 3.º Las conclusiones que en vista de tales datos formulen los peritos, conforme a los principios y reglas de su ciencia o arte.»
Basándome en este artículo, siempre insisto en que nuestro perito detalle meticulosamente su metodología y razonamiento, creando así un contraste evidente con cualquier informe que haya omitido estos elementos esenciales.
Atacando los puntos débiles: errores comunes en peritajes psicológicos
A lo largo de mi carrera, he identificado ciertos errores recurrentes en los peritajes psicológicos que pueden ser efectivamente atacados durante el juicio oral:
El problema de la valoración de credibilidad
Uno de los errores más graves y, paradójicamente, más comunes es que el perito se pronuncie sobre la credibilidad del testimonio de la presunta víctima. El Tribunal Supremo ha sido claro al respecto en numerosas sentencias, como la STS 238/2021, donde establece que «la valoración de la credibilidad de los testimonios es una facultad exclusiva del Tribunal sentenciador».
Cuando un perito cruza esta línea, está invadiendo competencias judiciales, lo que constituye un argumento poderoso para desacreditar su informe. Durante el contrainterrogatorio, formular preguntas específicas que evidencien este exceso puede ser devastador para la credibilidad del peritaje.
Deficiencias en la evaluación de secuelas psicológicas
Otro punto débil frecuente es la atribución causal automática de cualquier síntoma psicológico a la supuesta agresión sexual. Un peritaje riguroso debe:
- Evaluar el estado psicológico previo de la persona.
- Considerar otros posibles factores causales o contribuyentes.
- Distinguir entre correlación y causalidad.
- Valorar la posible influencia de factores posteriores a los hechos denunciados.
En mi opinión como abogado penalista, muchos peritos caen en la trampa de asumir que la presencia de ciertos síntomas confirma automáticamente la veracidad de los hechos denunciados, cuando la relación puede ser mucho más compleja o incluso inexistente.
El valor de la jurisprudencia: sentencias clave para desacreditar peritajes parciales
La jurisprudencia del Tribunal Supremo es una herramienta invaluable para cuestionar peritajes psicológicos que no cumplen con los estándares requeridos. Algunas sentencias particularmente útiles incluyen:
- STS 653/2019: Establece límites claros a la valoración pericial de la credibilidad del testimonio.
- STS 119/2019: Advierte sobre los riesgos de la contaminación del testimonio y su impacto en la fiabilidad.
- STS 282/2018: Cuestiona el valor de ciertos métodos de evaluación de credibilidad no suficientemente validados científicamente.
- STS 688/2020: Analiza los requisitos de objetividad e imparcialidad exigibles a los peritos judiciales.
Veamos por qué este detalle marca la diferencia: citar jurisprudencia específica durante el juicio oral no solo refuerza nuestros argumentos, sino que también demuestra al tribunal que estamos cuestionando el peritaje desde una base jurídica sólida, no simplemente como estrategia defensiva.
Preparando al acusado para el contrainforme psicológico
Un aspecto que a menudo se descuida es la preparación adecuada del acusado para someterse a la evaluación de nuestro perito. Esta preparación no consiste en «aleccionar» sobre qué decir, lo cual sería éticamente reprobable, sino en:
- Explicar el propósito y proceso de la evaluación psicológica.
- Enfatizar la importancia de la sinceridad y consistencia.
- Reducir la ansiedad asociada al proceso de evaluación.
- Aclarar que el objetivo no es «pasar» la evaluación, sino obtener una valoración objetiva.
Lo que suelo recomendar a mis clientes en estos casos es que se centren en responder con honestidad, sin intentar adivinar qué respuestas serían más favorables. Un buen perito detectará inconsistencias o intentos de manipulación, lo que podría perjudicar gravemente nuestra estrategia defensiva.
Estrategias procesales complementarias: más allá del contrainforme
Desacreditar un peritaje psicológico parcial no debe limitarse al contrainterrogatorio y al contrainforme. Existen estrategias procesales complementarias que pueden reforzar nuestra posición:
Solicitud de ampliación o aclaración del informe inicial
El artículo 483 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal establece:
«El Juez podrá, por su propia iniciativa o por reclamación de las partes presentes o de sus defensores, hacer a los peritos, cuando produzcan sus conclusiones, las preguntas que estime pertinentes y pedirles las aclaraciones necesarias.»
Utilizando este precepto, podemos solicitar aclaraciones específicas sobre aspectos metodológicos o conclusiones del informe inicial, obligando al perito a profundizar en puntos donde pueda haber debilidades.
Impugnación de la cualificación del perito
En algunos casos, puede ser efectivo cuestionar la idoneidad específica del perito para el caso concreto. No se trata de atacar su formación general, sino de evidenciar posibles carencias en áreas específicas relevantes para el caso (por ejemplo, experiencia limitada en evaluación de determinados perfiles o patologías).
El artículo 468 de la LECrim establece que:
«El Juez se valdrá de peritos titulares con preferencia a los que no tuviesen título.»
Sin embargo, la titulación general no garantiza la especialización en el área concreta que requiere el caso, argumento que podemos utilizar para cuestionar la idoneidad del perito.
Casos prácticos: ejemplos de éxito en la desacreditación de peritajes
A lo largo de mi carrera, he logrado desacreditar varios peritajes psicológicos parciales que podrían haber llevado a condenas injustas. Aunque cada caso es único, compartiré algunos ejemplos ilustrativos con las lecciones aprendidas:
Caso 1: El peritaje con metodología obsoleta
En un caso de presunta agresión sexual, el peritaje de la acusación utilizaba una versión desactualizada del protocolo CBCA (Criteria-Based Content Analysis) para evaluar la credibilidad del testimonio. Durante el contrainterrogatorio, logramos que el perito admitiera que no había incorporado las modificaciones y mejoras metodológicas desarrolladas en los últimos años, lo que cuestionaba seriamente la fiabilidad de sus conclusiones.
La lección clave: Mantenerse actualizado sobre los avances en psicología forense puede proporcionar argumentos técnicos decisivos para cuestionar metodologías obsoletas.
Caso 2: El perito que excedió su ámbito de competencia
En otro procedimiento, el perito psicólogo no solo evaluó el estado psicológico de la denunciante, sino que realizó afirmaciones categóricas sobre la veracidad de su testimonio y la culpabilidad del acusado. Nuestro contrainterrogatorio se centró en este exceso, logrando que el tribunal descartara estas conclusiones por invadir competencias judiciales.
La lección clave: Los límites del rol pericial están bien definidos jurisprudencialmente, y cualquier extralimitación puede ser un punto débil decisivo para atacar.
Preguntas frecuentes sobre la impugnación de peritajes psicológicos
¿Es posible solicitar la nulidad de un peritaje psicológico por defectos metodológicos?
La nulidad completa de un informe pericial es excepcional en nuestro sistema procesal. Lo habitual no es que se declare la nulidad formal, sino que el tribunal reste valor probatorio al informe defectuoso. Sin embargo, en casos extremos donde se demuestre que el peritaje incumplió requisitos esenciales de imparcialidad o utilizó métodos completamente desacreditados científicamente, podría plantearse su exclusión del material probatorio.
¿Cuándo es recomendable solicitar un segundo peritaje oficial en lugar de aportar un perito de parte?
La solicitud de un segundo peritaje oficial puede ser recomendable cuando: 1) Existen defectos metodológicos graves en el primer informe que puedan ser reconocidos objetivamente por otro profesional; 2) Cuando la imparcialidad del primer perito está seriamente comprometida; o 3) Cuando la complejidad del caso requiere una especialización que el primer perito no posee. Esta estrategia tiene la ventaja de que un segundo perito oficial puede tener mayor credibilidad para el tribunal que un perito de parte.
¿Qué hacer si el perito se niega a responder preguntas clave durante el contrainterrogatorio?
Si el perito elude responder preguntas relevantes, debemos: 1) Solicitar al tribunal que requiera al perito para que responda concretamente; 2) Hacer constar en acta la evasiva, destacando su relevancia; 3) Reformular la pregunta de diferentes maneras para dificultar la evasión; y 4) Utilizar este comportamiento en nuestras conclusiones como indicio de la debilidad del informe. La persistencia estratégica y el apoyo en el tribunal son fundamentales en estos casos.
Conclusión: La defensa técnica como garantía de justicia
Desacreditar un peritaje psicológico parcial en un proceso por agresión sexual no es solo una estrategia defensiva, sino una contribución esencial a la justicia. Los informes periciales defectuosos o sesgados pueden llevar a decisiones judiciales erróneas con consecuencias devastadoras.
Como abogados defensores, tenemos la responsabilidad de conocer a fondo los estándares metodológicos y éticos que deben cumplir estos informes, y de utilizar todas las herramientas procesales a nuestro alcance para garantizar que solo los peritajes rigurosos y objetivos influyan en la decisión del tribunal.
En AbogadoPenal.Madrid, bajo mi dirección, ofrecemos una defensa especializada en casos de delitos sexuales que incluye un análisis exhaustivo de los informes periciales psicológicos. Nuestro enfoque combina el conocimiento jurídico con la comprensión profunda de la psicología forense, permitiéndonos identificar y exponer eficazmente las debilidades de peritajes parciales o metodológicamente deficientes.
Acompañamos a nuestros clientes en todo el proceso, desde la selección del perito de parte adecuado hasta la preparación minuciosa del contrainterrogatorio, asegurando que ningún informe pericial sesgado quede sin la debida impugnación técnica.
Porque en un sistema judicial donde la presunción de inocencia es un derecho fundamental, la crítica rigurosa de las pruebas periciales no es solo una estrategia defensiva, sino una garantía necesaria para la justicia.
Abogado ejerciente del ICAM con más de 15 años de experiencia. Colegiado del Ilustre Colegio de Abogados de Madrid, colegiado número de colegiado 128.064. Especializado en Derecho Penal. Actual Director del bufete Ródenas Abogados y Asociados S.L.U. Licenciado en Derecho por la Universidad Instituto de Estudios Bursátiles (I.E.B.) con Máster de Acceso a la Abogacía.